CONVIVIR CON LA DIABETES La diabetes es una enfermedad frecuente que se caracteriza fundamentalmente por un exceso de glucosa en la sangre. La glucosa es una azúcar de utilidad para todas las células del cuerpo, como fuente de energía para llevar a cabo procesos vitales. Para que la glucosa, que circula por la sangre y que se obtiene de los alimentos, pueda ser usada por las células, se requiere de la ayuda de una sustancia llamada insulina, producida por un órgano llamado páncreas. Si el páncreas no produce toda la insulina que el organismo necesita, la glucosa no penetra en las células y se acumula en la sangre; entonces aparecen síntomas como el adelgazamiento, pese a la sensación de tener hambre, el hecho de comer más de lo habitual, de orinar más cantidad de lo normal y más veces al día, y una sed intensa que hará que se beba una gran cantidad de líquidos. A todos estos síntomas se puede añadir un cansancio intenso. Ante estos síntomas hay que consultar inmediatamente al médico. Es importante remarcar que esta enfermedad es crónica. Para retardar y disminuir las complicaciones que puede tener para nuestra salud hay que llevar un gran control y para conseguirlo es necesario seguir las siguientes recomendaciones: PESO Hay que vigilarlo periódicamente, e intentar ajustarlo al peso ideal según la edad, el sexo y la altura. Mantener un peso adecuado es, pues, primordial. MEDICACIÓN Puede ser que, por las características de la diabetes, se deban de tomar medicamentos (insulina, hipoglucemiantes orales u otros). Dado que se trata de una enfermedad crónica hay que tomarlos siempre tal como le diga su especialista. CUIDADO CON LOS PIES Los pies son una parte delicada de la anatomía del diabético: cualquier lesión, por pequeña que sea, puede dar lugar a trastornos graves. Hay que revisarlos cada día, tener una buena higiene y consultar al equipo asistencial y seguir sus consejos. AUTOCONTROL Saber un conjunto de técnicas para conocer el nivel de glucemia es fundamental para asegurar un buen control. Su médico le indicará el tipo de control que usted puede hacer en su propio domicilio (frecuencia, horario y modificaciones del tratamiento según los resultados). Es recomendable anotar los valores obtenidos en el carnet del diabético y llevarlo en el momento de la consulta. DIETA Ha de ser la adecuada al peso, a la actividad física y al tratamiento que haga el diabético. Tiene que ser lo más variada posible, se han de repartir equilibradamente los alimentos a lo largo del día, y evitar pasar largos períodos sin comer. CUIDADO CON LOS OJOS Los ojos son, en el diabético, un órgano frecuentemente afectado. Para prevenir las complicaciones o establercer un tratamiento si se han producido, es necesario que el diabético revise sus ojos al menos una vez al año. EJERCICIO FÍSICO Una actividad física adecuada ayuda a controlar los niveles de glucosa en la sangre. El ejercicio físico ha de ser el adecuado para nuestra condición física, edad y tipo de tratamiento. Se debe hacer regularmente (cada día si es posible), evitando los ejercicios poco habituales y excesivos. CONVENIENCIA DE ASOCIARSE Compartir informaciones y dudas, y asesorarse convenientemente, es fundamental para conocer la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Pertenecer a una asociación de diabéticos puede ayudar mucho.